sábado, 7 de octubre de 2017

Enfoque transdiagnóstico para la fobia social

¿Qué es el transdiagnóstico y qué utilidad tiene para la fobia social?


El transdiagnóstico es una innovadora manera de tratar los trastornos mentales. Se parte de la tasa de cormobilidad que hay entre los problemas emocionales, en otros términos, las estrategias comunes que tienen diferentes trastornos de ansiedad o depresivos. Para decirlo más sencillo, es muy frecuente que un paciente con un trastorno de ansiedad (como puede ser la fobia social) tenga además otros trastornos más secundarios como la depresión, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno alimentario, etc. Hasta un 55% de los pacientes con un TE (trastorno emocional) presentan cormobilidad con otros TE's.

Mientras el enfoque clásico trataría el trastorno principal y luego, si se requiere, los derivados, el enfoque transdiagnóstico se centra en los aspectos comunes de todas las afectaciones del paciente. Por ejemplo, se analizan estrategias disfuncionales como la rumiación, la evitación, el perfeccionismo, la hipervigilancia o la atención excesiva, sin importar si son producidas por varios trastornos emocionales diferentes o por uno sólo.

Mientras que el enfoque clásico se focaliza en las diferencias para limitar el diagnóstico, el transdiagnóstico lo hace en los aspectos nucleares comunes.


A nivel terapéutico se consigue una mirada más integral del sujeto, teniendo en cuenta todas las variables que influyen en su malestar y tener una idea más personalizada del caso concreto. Después cada terapeuta aplica su método, no es incompatible con una terapia cognitivo-conductual, por ejemplo. La única diferencia es que el terapeuta no tratará directamente la fobia social sino aquellas disfunciones que generan la fobia social y al mismo tiempo generan otras posibles o potenciales psicopatologías.

¿Qué se consigue con ello?


Se mejora el diagnóstico individual y se aprecia una mejor comprensión de los factores etiológicos, es decir, de las causas. Por tanto, permite hacer programas de tratamiento más específicos para cada paciente y tratamientos más cortos.
También se incide en que este enfoque favorece la prevención de nuevos trastornos.

Podéis consultar un interesante estudio de Amparo Belloch de la Universidad de Valencia aquí

También podéis consultar el Protocolo Unificado de intervención de transdiagnóstico propuesto por Barlow en ésta web



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