Atreverse a afrontar el miedo te da el poder de acabar con él. Una persona con fobia, suele estar constantemente en lucha contra los síntomas de la ansiedad. Ante el miedo, la reacción natural es resistirse a las sensaciones desagradables como los mareos, las taquicardias, los temblores, el tartamudeo, el ruborizarse, ... pero cuanto más intentas evitar los síntomas, más se amplifican.

1º. Llegar a la conclusión de que ya no soportas más vivir con miedo y que necesitas cambiar.
2º. Convertir esta desesperación en valor para enfrentarte a los síntomas.
3º. Desafiar a los síntomas. Intentar provocarlos. Buscar a propósito las situaciones temidas.
Pensar de esta manera te sitúa en un paradigma mental distinto. Antes tu mente se movía en la lógica de luchar contra los síntomas (ganar o perder), ahora tu mente deja de luchar y se dispone a aceptarlos.
¿Qué sucederá?
Cuando dejas de temer a los síntomas, desaparecen. Experimentarás el miedo de forma natural, sin resistirte, por eso verás como tu cuerpo lo procesa y se desvanece. Por ejemplo, puedes salir de tus pensamientos catastróficos y centrarte en lo que sucede en tu cuerpo. Simplemente observa sin resistirte y todo se colocará en su sitio. Muchas veces, sólo por el hecho de enfrentarlo, el miedo no se presenta.
Cuando te canses de ser perseguido por el fantasma, saca coraje y date la vuelta. Verás como desaparece. ¿No tienes el suficiente valor? Entonces, seguramente, no estás tan desesperado como pensabas. Ya llegará tu momento.