jueves, 19 de julio de 2018

Insomnio por ansiedad

Muchos reconocéis la molesta sensación de dar vueltas en la cama debido a una hiperactivación mental. La fobia social se relaciona mucho con las personalidades perfeccionistas, personas que se preocupan excesivamente por si su comportamiento satisface a los demás. Ésto se traduce en proyecciones mentales al acostarnos: "debí decir o hacer aquello...", "mañana voy a hacer o decir lo otro", "espero poder dormir porqué sino mañana no estaré bien...". Preocupaciones fundadas en la opinión de los demás que se traducen en sentimientos de miedo y rechazo. Éstas emociones elevan la hormona cortisol que hace que nuestro cuerpo se active para estar alerta. Todo lo contrario de lo que debería pasar. Nuestros pensamientos nos boicotean.

¿Qué podemos hacer?


Lo primero es no convertir la cama en un espacio de sufrimiento. Hay que perder el miedo a acostarse. Por ejemplo, recomiendan:

  • No acostarse si no tienes sueño.
  • No intentar compensar las horas perdidas. Dedicar el mismo tiempo a dormir cada día hasta que el cerebro se autorregule.
  • No hacer siestas para compensar.
  • Si no puedes dormir, practica actividades relajantes (como leer) pero fuera de la habitación.
  • Intentar desactivarse una hora antes de dormir, sin usar teléfonos móviles o pantallas azules. 
  • Practicar la meditación.
  • Hacer deporte durante el día.
  • Controlar el consumo de estimulantes.
  • No usar medicamentos para dormir. Acaban siendo un problema.
Yo añadiría perder el miedo a no dormir. Reflexionar sobre el hecho de que no pasa nada si una noche no duermes bien. Se puede rendir igual durante el día, no es tan terrible. A todo el mundo le ocurre de vez en cuando. Puedes incluso experimentar las sensaciones de no dormir, intentar mantenerte despierto, pensar porqué le tienes tanto miedo... pensar ¿Qué es lo peor que te puede pasar?

miércoles, 27 de junio de 2018

Mi experiencia con las Benzodiacepinas

Por si alguien no le suenan, las benzodiacepinas son un grupo de fármacos que producen un cierto efecto relajante y disminuyen la excitación neuronal. Se suelen indicar para casos de ansiedad, insomnio, trastornos obsesivos, etc. Son los lorazepam, clorazepam.... y todos los que terminan en "pam".


A diferencia de los antidepreseivos se deberían tomar en el momento de sufrir la ansiedad o un poco antes (de ir a dormir, por ejemplo). Es una pastilla para "emergencias" no para tomar de forma continuada pues pueden causar dependencia y tienen efectos secundarios peligrosos (si se abusa de ellas)

Yo decidí experimentar, ya que nunca las había tomado, aprovechando unos días convulsos que se avecinaban: nuevo trabajo, entrevistas laborales, insomnio. Decidí ir al psiquiatra y explicarle si le parecía una buena idea que usara unas benzodiacepinas como rescate de emergencia si experimentaba mucha ansiedad en algunos momentos puntuales y después dejarlas. Me advirtió de los riesgos pero accedió.

Primero las probé en casa:

-media pastilla (0'5mg) me produjo un efecto relajante. Me permitió dormir bien. Me preocupaba que el efecto no fuera producto de la sugestión.

-Una pastilla entera(1g): A la media hora de tomarla sentí un efecto relajante fuerte (mucha somnolencia), incluso me sentía algo inestable al levantarme. Dormí como un bebé toda la noche.

-En el momento de hacer una entrevista de trabajo (típica situación fóbica). Me sentí relajado  en la entrevista aunque con la adrenalina a tope, creo que conseguí un buen equilibrio. Tenia miedo de estar demasiado lento o bloqueado, pero no fue así. Pude estar bastante natural, pero tuve una extraña sensación el día siguiente, como si no recordara todo lo que había dicho en la entrevista. Eso me dio un poco de mal rollo.

Actúan muy bien sobre los síntomas motores como temblores, tartamudeo, ahogos, hiperventilación.... Y en general, te permiten que seas tu mismo.

-A partir de ese día reconozco que he tomado alguna más para acabar con un insomnio prologado. Tomadas de forma aislada son muy efectivas.

Advertencias:

  • Son un recurso muy goloso, hay que tenerle miedo y no apoyarse en la medicación salvo en casos extremos. Lo importante es superar las situaciones temidas. Puede ser que la primera vez necesites una ayuda, pero la segunda (o la tercera) es mejor que lo hagas sin pastilla, o con la pastilla en el bolsillo por si acaso. A mucha gente le ayuda llevarlas encima aunque no las usen. Se sienten seguros.
  • No se confunda el hecho que rebajan la actividad mental (pensamientos repetitivos) con que desaparezcan los miedos u obsessiones. Siguen allí pero dejan de hiperactivarte. 
  • Vigilad no superar las dosis ni conducir si te sientes bajo los efectos del medicamento.


Conclusión

Para fobia social, puede ser una alternativa a los antidepresivos para aquellos casos que tengan mucho miedo anticipatorio (exámenes, entrevistas de trabajo, hablar en público), sobretodo los casos de fobia social específica. Por ejemplo aquellos que solo presentan síntomas en situaciones de miedo escénico. Puede ir bien para afrontar las primeras veces.
Para algunos casos de ansiedad más crónica no le veo tanta utilidad salvo para momentos más agudos.

Espero que os sirva de ayuda. Me podéis preguntar cualquier duda.